La jornada financiera del viernes 11 de julio reflejó con nitidez el impacto de la derrota política del oficialismo en el Congreso. Las principales acciones argentinas, tanto en la Bolsa local como en Wall Street, registraron caídas significativas, mientras que los bonos soberanos en dólares retrocedieron hasta 4%, lo que llevó al riesgo país nuevamente por encima de los 1.500 puntos básicos.
El mercado interpretó como una señal de debilidad institucional el fracaso del Gobierno para frenar el avance de la oposición en la Cámara de Diputados, que logró imponer dictamen a favor del proyecto de actualización de jubilaciones. Pese a que desde el oficialismo ya se anticipó un eventual veto presidencial, los operadores financieros temen que se abra un frente de conflictividad política y fiscal en los próximos meses.
En la plaza bursátil local, el índice S&P Merval cayó 3,6% en pesos y más de 4% medido en dólares. Las empresas energéticas, bancos y firmas del sector consumo encabezaron las pérdidas, con retrocesos destacados en los papeles de YPF, Galicia y Pampa Energía.
En Nueva York, los ADRs de compañías argentinas también reflejaron el pesimismo inversor. YPF perdió 5,4%, mientras que bancos como Macro y Supervielle cedieron entre 4% y 6%. La toma de ganancias se intensificó en un contexto global más adverso, con mayor aversión al riesgo en los mercados emergentes.
Los bonos soberanos en moneda extranjera, en tanto, operaron con fuertes caídas. Los títulos Globales 2035 y 2046 retrocedieron más de 3,5%, mientras que el Bonar 2030 cayó 2,8%. Esta dinámica elevó el riesgo país medido por el JP Morgan hasta los 1.527 puntos, su nivel más alto desde abril.
La reacción negativa se produce en medio de renovadas tensiones con los gobernadores y una creciente incertidumbre respecto al margen político que tendrá el presidente Javier Milei para sostener su plan económico, basado en el ajuste fiscal y la acumulación de reservas.
En este marco, algunos analistas advirtieron que el Gobierno deberá redoblar sus esfuerzos de diálogo político para evitar que la agenda legislativa se convierta en un factor de desestabilización económica. Al mismo tiempo, el Ministerio de Economía monitorea con atención el comportamiento del dólar financiero, que mostró cierta volatilidad en los últimos días.